Este principio es utilizado con varios enfoques desde la economía, las redes sociales, el marketing, etc. pero a mi me interesa sólo revisar un efecto de este principio en el ser humano, que es quizás el punto más flaco del “Modelo de Cooperación Perfecta”.
La abundancia es inversamente proporcional a la eficiencia con que se gestiona un recurso. En palabras más simples entre más escaso es un recurso más eficiente somos en utilizarlo.
Cuando el recurso es el tiempo o los plazos de ejecución de una tarea este fenómeno lo describe la Ley de Parkinson.
Este dilema me ha generado muchas preguntas:
- ¿Como aumentar nuestra eficiencia sin llegar antes a la escasez?
- ¿Como no caer en la trampa de la eficiencia y optar por soluciones eficaces?
- ¿La abundancia de un bien público nos lleva irremediablemente a la Tragedia de los comunes (gestión deficiente)?
- ¿La economía es cíclica por este principio? Donde tenemos etapas de Auge, Recesión, Depresión y Recuperación.
- ¿Que consecuencias económicas tendría generar abundancia en países donde hoy hay escasez?
- ¿Como se aplica este principio en bienes comunes o públicos?
- ¿Que diferencias tiene aplicar este principio en bienes materiales y no materiales?
- ¿Como lograr un punto de equilibrio estable entre escasez y abundancia?
Otro elemento de la psicología humana que me ha sido difícil de entender como subsanar es:
En general estamos dispuestos a cambiar o modificar nuestro comportamiento, sólo en presencia de una inminente crisis o al sentir los efectos de una situación crítica, somos incapaces de «ponernos de acuerdo» y tratar de mejorar en el día a día, en general preferimos seguir la inercia social y realizar cambios radicales cuando no queda otra alternativa.
He visto como constantemente somos bombardeados en los medios con la amenaza de crisis inminentes como la crisis energética, la crisis ambiental, las crisis económicas, sociales, etc. Este efecto psicológico se puede observar en casos extremos como La Doctrina del Shock (Aunque no concuerdo con la forma en que se plantea el problema económico en el libro).
Yo pienso que muchas veces los cambios que se adoptan en estos períodos de inestabilidad son apresurados e inefectivos y sólo «apagan el incendio» en el corto plazo, generan un sensación de solución aparente, que hace aún más difícil organizarse, para buscar soluciones evolutivas más duraderas.

Equilibrio de abundancia sustentable
De las figuras podemos observar que:
El equilibrio de colaboración en un libre mercado, suponiendo siempre válido el principio de la escasez, indica que es una estrategia más «ineficiente» que el equilibrio de la competencia. La clave es que sacrificamos eficiencia por tener un «margen antes de caer en la crisis de sustentabilidad» que nos permite absorber y responder con agilidad a los constantes cambios de la naturaleza.
La abundacia sustentable, en forma contraintuitiba produce en términos materiales «menos» crecimiento, cantidad de bienes y servicios en el corto plazo. Pero en el largo plazo permite una producción más estable, que se adapta a un ambiente cambiante sin afectar el desarrollo de las necesidades humanas fundamentales, con eventos críticos y traumáticos de gran escala.
Es por eso que mi objetivo es: Desarrollar un sistema de gestión de bienes comunes que sea ágil, eficaz y sustentable. Donde la restricción es la sustentabilidad, por sobre la eficiencia.
Un sistema sustentable (orgánico) es por definición menor eficiente que un sistema mecánico, pues su campo de acción menos optimizado, permite un margen para adaptarse y evolucionar a los cambios del entorno, por lo que es más robusto (resiliente) y menos rígido (frágil) a un entorno cambiante.
Ojalá tuviera tiempo para pensar sobre estos temas.
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